Estos
dos últimos días, el colegio donde trabajo nos brindó la facilidad de asistir a
una capacitación en Neurociencias, es decir, un grupo de 12 personas sentados
en circulo en una mesa de vidrio, sillones muy cómodos, vasos de agua, aire
acondicionado, amplias ventanas, breaks de sanguchitos y gaseosa Light, etc.
El
coach, que ya desde el inicio supe tenía años de años en esto de las conferencias,
nos hablaba como a niñatos, en realidad en los temas específicos lo éramos, me
causaba cierto controversia ver a los jefes de área, mezclados con la plebe
(nosotros: docentes, secretarias, talleres, etc.), sin embargo dijo cosas muy
ciertas, muy profundas, que supongo que todo participante de una charla de
autoayuda dirá y proclamará.
-¿Nos
estarían lavando el cerebro?, - Me preguntaba mientras lo miraba a los ojos.
-Probablemente,
-me respondí.
Bendito
dejo colombiano, el coach era peruano pero tenía dejo colombiano… porque vivió
allá 06 años (según él), me irritaba el dejo colombiano, no porque sea una
discriminadora de dejos sino porque me recordaban algunas cosas, habían
momentos en el que el Coach hablaba y en mi mente solo se oía el bendito dejo.
¿Él
hablará así siempre?, ¿Por qué los colombianos dicen “Usted”?, ¿Por qué antes de viajar hablaba como
colombiano?, ¿Qué comerán en Colombia?, ¿Cómo será una charla entre españoles y
colombianos?, ¿Los peruanos tenemos dejo?, ¿Por qué el break es tan tela?, ¿Yo
tengo dejo?, ¿Qué será de la vida de Armando Mendoza?..tan lindo.
Recordé
mis años infantes en los que vivía enamorada de este muchacho Armando…que será
de él, el papel en Betty era
apoteósico, me preocupa como se verá ahora, 2014, curioseo en el google, pongo su nombre acompañado de un
2014, para ver como se ve, cruzo los dedos para que no esté decrépito, cruzo
hasta los dedos de los pies, las pestañas y hasta presiono los labios, cuando
de pronto el ordenador me arroja esto: