Para mí todo…Carpi diem

Como empezar un escrito cuando, ambos sabemos que no tendrá un final, pues recién se está redactando una historia…

Ella es especial y sumamente inerte a la somnífera idea de ser una negación de sueños. No tiene un nombre definido pues continuamente suele cambiar de adjetivos y estos convertirse en episodios de magia. No es muy alta ni muy baja pero si tiene un sistema de detección de auras, un engranaje llamado sistema inmunológico anti-mentira y depresivos momentos de risas.

No sé bien cuando se dio y menos cuando tornó su mensaje hacia mi buzón de egolatrías, pues como sabrán – después de leerme – que no soy virtuoso edecán, ni un anfitrión que lleva de la mano un sin sabor ni sonrisa hipócrita - solo para ayudarlos a soportarme, digerirme o darme un estruendo verso llamado tolerancia.

En tanto a ella, la envuelve un generoso atavió de flores con espinas, un sabor agrio pero a la vez adictivo, una envoltura con cortes en los bordes asimétricos, una pasión llevada el olvido, y un adiós iniciada por un mensaje constante, lleno de júbilo y detenido por unos cabellos que desnudan su piel pero que nunca enmarcan su historia.

Ella es atenta y algo renegona, no por que signifique ser autentica tienda a ser especial, sin embargo conocerla me ha dado un plus, un ademán, un lantano pero sigiloso acercamiento a la perfección innata, no gratis menos barata, pero sin básica para pedirle que no me suelte la mano, menos se detenga pues cuando uno empieza a andar con compañía, le es difícil desviarse al egoísmo, parco y longevo…pulcritud de ideas llevan su sello y yo hoy más que nunca puedo decirte…carpi diem, ante ti y tu mundo…

No sé exactamente cuándo logre superar sus miedos, evadir sus preguntas con doble frase, sus avasalladoras negligencias para mostrarme que no solo era una flor sino también un jazmín que tiende a ocultar su rostro ante falanges que no conocía, que no sentía y que en muchos casos similares, que ya tenía como primer recuerdo el dolor.

En resumen. Creo que halle lo que no quería pero si lo que necesitaba. Siento que a la par de conocerla también aprendí a quererla. Enfrasco un saludo y reverencia ante tamaña imagen bella, ante aquella esfinge otoñal llamado dios de mi paz…no es fácil querer a una imagen, pero más difícil sería adorar a un éxodo de piel, a un tropel de silencio, a un cuerpo lleno de llagas, a un personaje sacado de un cuento de Machado, a una sensación que no deja error o equivocación, a una mujer que desde que sonríe me enseña que la vida es solo una…una densa caverna de misterios, enigmas que el tiempo, el objeto más preciado por la angustia hará su mejor labor, aquella consigna de saber que mañana será mejor que hoy, pero que hoy podemos asentar bases para sonreír, axial injuria hecha tertulia; y por ende siempre es un buen momento para empezar de cero….