Diego Montoto es uno de esos artistas
que al manipular una guitarra y sólo con esa poderosa arma que es su voz, puede
lograr en aquellas personas (con un ápice de sensibilidad) innumerables
cantidades de sensaciones de placer musical, el resultado de su trabajo se ve
reflejado en ese sonido armonioso y tan de buen gusto que ofrece en estos dos
discos que nos ha brindado a lo largo de estos años.
Debo reconocer que lo conocí en
el 2010 con un primer disco bajo el brazo, disco demasiado bueno de digerir: “De regreso a mi planeta”,
inmediatamente sentí que podría poner el disco y dejarlo girar una y otra vez
sin parar, pues cada una de las canciones era mejor que la anterior.
Este primer disco es del año
2006, es decir me privé de 4 años de estas melodías alucinantes y relajantes. Para mi escuchar el disco en el orden real en el que está es importante, pues
intuyo que en algún momento él mismo lo hizo, y eso como que me hace pensar que quizás - aunque en una circunstancia y espacio distinto - estuvimos conectados.
El segundo disco salió a la luz
un abril del 2010 (casi casi inmediatamente después de escuchar el primero), me
quise tomar el enorme placer de escuchar tema por tema, en algún momento
relajado de mi acelerada vida, dejar un momento de lado la presión de los estudios
(en ese tiempo) y trabajo de siempre para ponerme los audífonos, tirarme en la
cama, ponerme mis medias lanudas, cerrar los ojos y comenzar una sesión de descubrimiento; sesión de : “A la dirección”.
El resultado fue exquisito, Montoto, a mi parecer, evolucionó, me enamoré de varios temas, aquí si tuve que poner “repeat”, lo confieso, sobretodo en cerca de mí, que afán tiene Diego Montoto de crear canciones tan bellas.
El resultado fue exquisito, Montoto, a mi parecer, evolucionó, me enamoré de varios temas, aquí si tuve que poner “repeat”, lo confieso, sobretodo en cerca de mí, que afán tiene Diego Montoto de crear canciones tan bellas.
Montoto retrata la fuerza que se
trata de esconder tras la fragilidad es como cerrar los ojos y solo imaginar
los labios de este pronunciando esas letras llenas de ternura, conciencia y
buena sensación, hay personas que nacen para algo especifico en la vida y
considero que Diego tiene ese talento espectacular que hace que los dedos se
muevan al son de su canción, tararear una de sus canciones sería relajante,
cantar una de sus canciones sería sublime.
“ya ha empezado la quema de sonrisas, tomad la mía y reíd hasta que no
tenga vida” canta diego en:” No me toques”,
primer tema que escuché y hasta hoy mi favorito de este brunetense (no hay
error, así se dice) que no tardó en calar despacio y preciso en esa tonalidades
y genialidades de melodías que crea.
Tengo la extraña sensación de que
si bien Montoto es un romántico por excelencia, no le canta directamente al
amor, no excede en sus letras el tan sonando y actualmente manoseado: “te amo”,
“te amaré”, quizás sea eso - junto a la sinceridad de su arte - que hace que suene real.
Me gusta más cuando pronuncia "corazón", corazón es una palabra con mucha sazón, una palabra deliciosa sin exceso,
y valgan verdades en ese dejo español muy pero muy pronunciado aún mejor.
La música puede dar nombre a lo innombrable y comunicar lo desconocido.
Eriza tu piel.
Vive.
Escucha a Montoto.
La música puede dar nombre a lo innombrable y comunicar lo desconocido.
Eriza tu piel.
Vive.
Escucha a Montoto.
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