Mi compañera de trabajo llegó a la oficina corriendo con los brazos abiertos y nos contó que Don Mañuco, el
señor de limpieza de casi 80 años, estaba botando todo lo que estaba estorbando
en la sala de refrigerio de los colaboradores, todo lo que no tiene dueño,
entonces recordé que dejé un tomatodo y tres tazas de café ahí ( sin nombre )que
corrían el riesgo de parar en la basura.
Voy volando hacia allá.
Enontré a Mañuco bailando esta canción, probablemente de Radiomar Plus categóricamente superior...
No se percató que lo observaba.
Feliz.
Se le veía feliz con la simpleza de unos movimientos algo descordinados pero engranados directamente con su corazón, él bailaba
solo y lo disfrutaba de una forma espectacular, él bailaba y sentí envidia sana y alegría por presenciarlo. El viejito causaba ternura.
Parecía el abuelo de Hey Arnold
versión live action.
Esta canción hizo que recuerde mi niñez,
completamente me invadió la nostalgia y los bellos recuerdos.
Qué feliz fui en las épocas
en las que mi vida era jugar, comer dormir y por supuesto ver PENNY CRAYON.
Fue Felicidad Express.
Mañuco no me vio, él seguía bailando,
lo dejé así, no quise interrumpirlo, momentos así no se deben opacar.